Asertividad ¿Eres una persona Asertiva?

Asertividad 

¿Eres una persona Asertiva? 

 Siendo un tema complejo y extenso voy a exponerlo en una serie de tres post. Esta introducción será tratada con más detalle en sus conceptos más relevantes en la próxima entrada.

No se tiene asertividad… se es asertivo.

Antonio Belisario.

¿Qué es ser asertivo?

Ser asertivo es una habilidad, una destreza, una herramienta que puede ser desarrollada por las personas que desean mejorar la calidad de sus relaciones personales y profesionales. 

Ser asertivo implica una conducta adulta en todas las circunstancias de la vida diaria. En la mayor parte de las definiciones acerca de la asertividad se tiende a ubicarla "en el medio", "en la mitad" entre la conducta agresiva y la conducta sumisa. No comparto tal criterio (es maravilloso saber que tengo el derecho asertivo de no compartir las creencias del otro). Desde mi visión personal la conducta asertiva es independiente de esa nociva dualidad conceptual de lo agresivo/sumiso.

La conducta asertiva está soportada en la autoestima, el respeto, la tolerancia y el discernimiento. Ser asertivo es un modelo mental, un paradigma expansivo y completo en sí mismo que se manifiesta como válido por medio de la comunicación respetuosa entre las personas. 

Este concepto abarca todo el espectro de nuestra vida social desde lo familiar, lo laboral, la pareja, las creencias religiosas, políticas, el trato con extraños y muchos otros casos. 

Se ha de ser asertivo con cada persona que nos relacionamos, con cada grupo en el cual participamos, en todas las situaciones; esto requiere de un intenso entrenamiento sea con un tutor, un psicólogo, un coach. Aprender a ser asertivos es aprender una nueva lengua, un idioma basado en el respeto a sí mismo y al otro.

En las relaciones personales hay, con relativa frecuencia, un estado de ansiedad y miedo que se expresa con pensamientos tales como: 

“No vale la pena decirle nada a ese imbécil.”

“es que si le digo… se va a molestar.” 

“se puede sentir herido…” 

“¿…y si se ofende?”

“es que no me hace caso, me ignora.”

Esto implica una anticipación limitante a la respuesta del otro, anticipación que genera disgusto, frustración, resentimiento e impide la comunicación eficiente, sana de las ideas o de los sentimientos. ¿Cómo estoy comunicando mis deseos, angustias, desacuerdos, malestar? ¿De cuál manera comunico mis ideas, mis creencias, mis necesidades?

No debemos depender del miedo a la probable reacción del otro. De nuevo, anticipar que la persona se va a molestar o se va a ofender restringe el proceso de la comunicación. Mi mensaje ha de ser claro, respetuoso en el tono, firme en la intensión. La conducta asertiva es la que permite, saludablemente, expresar mis sentimientos, mis emociones, de enojo o afecto.

No hemos de confundir hablar con claridad con hablar agresivamente: “Digo las cosas como son, le guste a quien le guste…” 

Derechos asertivos.

El derecho de equivocarme, de cometer errores.

El derecho de ser tratado, por todos, con dignidad humana y respeto.

El derecho de expresar "no" sin sentirme culpable.

El derecho de calificar mis necesidades, definir mis prioridades y asumir la responsabilidad sobre mis decisiones.

El derecho de poseer y formular mis sentimientos y opiniones.

El derecho de ser escuchado y ser tomado en serio.

El derecho a expresar mi sexualidad como mejor me parezca.

El derecho de cambiar de idea o de opinión con relación a mis actividades diarias. 

El derecho a mis creencias y posturas religiosas, políticas o de cualquier otra índole.



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