¿Eres una persona asertiva? Asertividad - Parte II

¿Eres una persona asertiva? 

Asertividad - Parte II

No se tiene asertividad… se es asertivo.

Antonio Belisario.

La Conducta Asertiva

La asertividad es una habilidad social que nos permite comunicar nuestras opiniones, necesidades, deseos, aspiraciones y sentimientos en forma adecuada. Expresamos nuestro sentir de manera franca, abierta, respetando al otro como persona, como ser humano.

La persona asertiva sabe que debe respetar el derecho del otro y que esto se soporta en el respeto del propio derecho. Es consciente de la importancia de la individualidad, de la libertad de ser cada uno como es y aprecia el hecho necesario de la diversidad de ideas y posturas ante las circunstancias. El individuo asertivo sabe negociar lo que desea, acepta el no como respuesta sin sentirse rechazado, de la misma manera sabe decir no cuando quiere decir no. Da y recibe cumplidos sin percibir en los mismos manipulación emocional, igual sucede con los reclamos que se le hacen o que considere que debe hacer.

La conducta asertiva está libre de ansiedad, miedo, culpa y manipulación. Expresar de manera adecuada lo que se desea elimina la posibilidad de ofender, herir o humillar. La ansiedad generada por anticipar cómo se va a sentir el otro entorpece la comunicación sana y tiende a generar confusión y disgustos. Es el temor a que la otra persona se ofenda, se moleste, se sienta herida o agredida lo que inhibe a alguien a plantear sus ideas o sentimientos.

La asertividad es un modo de ser y hacer, un modo responsable de tratar a los demás y a sí mismo. Por lo tanto tal conducta nos permite discrepar de las opiniones contrarias o diferentes a las nuestras y expresar las propias de manera adecuada. La persona asertiva opone una clara resistencia a las presiones de otros, ya sean estas de individuos o grupos. Otro punto importante en la conducta asertiva es poder pedir ayuda para solucionar un problema.

Rich y Schroeder distinguen las siguientes respuestas asertivas: las verbales (ejemplos: solicitar ayuda, iniciar una conversación); no verbales: la postura, la expresión facial, el contacto visual, la voz, la congruencia o no de los aspectos verbales con los no verbales.

Lazarus contempla cuatro aspectos: la habilidad de decir NO, la de pedir favores y realizar pregunta, la habilidad de expresar sentimientos positivos o negativos, la de iniciar, sostener y concluir una conversación.

Wolpe define la asertividad como la expresión apropiada de cualquier emoción diferente de la ansiedad. Posteriormente Lazarus y Wolpe  definieron la asertividad como “la expresión de los derechos y sentimientos personales”, y concluyeron que la mayor parte de las personas podían ser asertivas en algunas situaciones y no en otras.

Salter la vincula con la capacidad del individuo para expresar sus emociones (personalidad excitatoria), mientras que a la persona no asertiva la vincula con la inhibición: la dificultad de expresar las emociones (personalidad inhibitoria).

En el próximo post compartiremos el tema: El Entrenamiento para la Conducta Asertiva. En ese post tendremos la oportunidad de entrenar las habilidades necesarias para realizar un comportamiento asertivo en el cual la ansiedad y la culpa no saboteen nuestra libre expresión como persona.  


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