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24 octubre 2017

Lo Sagrado Femenino. El Arquetipo de la Diosa.


Lo Sagrado Femenino

El Arquetipo de la Diosa


 La Mujer y la Feminidad                                                                                                      El Nacimiento de Venus - Sandro Botticelli


Primera parte: Introducción.



La Mujer.

Antes de hablar acerca del tema principal de nuestro post hemos de definir primero el concepto Mujer.
Del latín mulĭer, es una persona adulta del sexo femenino como contraparte al hombre que corresponde al adulto del sexo masculino. Es tan evidente… pero necesario conceptuarlos.
Para escribir acerca de diosas, inconsciente y arquetipos de la feminidad como hombre primero tengo la tarea ardua, harto difícil, de escribir sobre el perenne y elusivo enigma que en lo personal me resulta la mujer. Como miembro natural del sexo masculino no tengo forma de saber qué es ser mujer, qué se siente serlo, lo cual entorpece mucho definirla. Cuando mucho garabatearé, al igual que muchos otros hombres antes de mí, algunos análisis sociales y psicológicos que me permitirán hacer una aproximación al tema.
En realidad todo comienza con Adán, Eva… y la serpiente. Pero esto haría de este sencillo artículo un enorme tomo de la enciclopedia británica, así que es preferible irnos someramente a las culturas prehistóricas y la división del trabajo. La tarea de la mujer se centraba, aparte de cuidar los críos, cuando mucho en la recolección mientras los hombres realizaban la más exigente y peligrosa de la cacería. Avancemos ahora hasta los efectos de la  revolución industrial (1760) en los últimos cien años de civilización.
Por exigencias de las dos grandes guerras del siglo XX la mujer se incorporó al mercado laboral en las fábricas dedicadas especialmente al esfuerzo bélico, esto debido a que sus hijos y esposos estaban en el frente de guerra. De manera inevitable la mujer logró su primera conquista como ente productivo.
Ahora, como ser productivo, adquirió derechos a los que no renunció y le permitieron compartir responsabilidades en el sostenimiento del hogar. Actualmente, en las sociedades abiertas la mujer tiene la posibilidad de estudiar, de lograr independencia en lo económico, valorización personal, desarrollo intelectual y con su propio esfuerzo… mantenerse solita.
Tal esfuerzo como individuo social es complejo porque adicionalmente es la encargada directa de traer los bebés al mundo. En este punto nos encontramos con mujeres que prefieren ser madres, cuidadoras del hogar y otras que deciden dedicarse a desarrollar un perfil de independencia financiera, social y postergan o eliminan la maternidad como modo de vida.

En el mundo actual la situación de la mujer varía de acuerdo al tipo de sociedad en la cual reside.
A lo largo de la historia de la civilización, sobre todo en occidente, el rol que a la mujer le ha sido asignado socialmente es el de esposa, madre y la cuidadora del hogar.
Para algunos hombres inmersos en el patriarcado la mujer debe ser bella, coqueta y, por supuesto, el sexo débil. Un tanto  vanidosa, histérica, demandante, egoísta, gastadora, inútil para todo lo práctico en el hogar, dependiente del marido, tiene que ser protegida, cuidada y guiada apropiadamente para que no caiga en pecado.
En realidad el concepto de lo que es ser mujer, sus derechos o negación de los mismos, depende del paradigma social imperante en la sociedad y en la época en que vive o ha vivido. Ser mujer es necesariamente un hecho cultural. 
Sus derechos, conducta, deseos, aspiraciones, son determinados de manera diferente en países teocráticos, democráticos, anglosajones, latinos, asiáticos. Ha sido un permanente lidiar para lograr disfrutar de igualdad social, laboral y jurídica; aún debe continuar su inquebrantable esfuerzo para conquistar dicha igualdad; esto puede realizarlo con relativa libertad en las sociedades abiertas contemporáneas.
Debido a los valores sociales estereotipados de conducta y a sus características biológicas, endocrinas, propias, se ha atribuido a la mujer un código de comportamiento constituido por la delicadeza, la dulzura, la procreación, el refinamiento, la sumisión, la belleza, la ternura, la dependencia. Este ideal de feminidad asigna un rol como mujer necesariamente diferente, tradicional, complementario al del hombre.
De la mujer se espera que sea comprensiva, que cuide a los hijos, que se encargue del hogar, que sea la esposa amorosa y la madre abnegada, cuidadora de la descendencia.

Lo Femenino.
Este maravilloso concepto pleno de magia, poder, asociado a diosas y demonios, esconde entre sus letras el secreto del amor, la sexualidad, la maternidad. Es un concepto con significado profundo, difícil de definir para el hombre pero naturalmente presente en la mujer.
El sustantivo Femenino proviene del latín femina y se refiere (como adjetivo) a todo lo referente a la mujer. Como arquetipo jungiano, lo Femenino,  también está presente en el hombre y en este ha sido denominado Ánima por la psicología analítica. Jung denominó el aspecto inconsciente Masculino en la mujer Animus.
Como idea ha estado siempre presente en los mitos de todos los pueblos pulsando por ser reconocida, adorada, amada y odiada.
Lo sagrado y lo profano se entretejen en la misteriosa y paradójica relación sacerdotisa-prostituta sagrada. Este tema, por lo extenso de su desarrollo, lo desarrollaremos en el segundo post de la serie acerca de lo femenino.

La Diosa como arquetipo de la deidad femenina.
Muchas culturas anteriores a la griega se basaban en el matriarcado. La fertilidad de la mujer era, de alguna manera, un hecho mágico, divino. Las diversas diosas ocupaban la mayoría de los espacios simbólicos importantes de la vida social. La fertilidad de la Madre Tierra, los ciclos de la Luna permitían calcular el mejor momento para la siembra. Era un asunto muy importante, prioritario, el de la fertilidad de la tierra que se cultivaba, la fecundidad de los animales que se cazaban. La Gran Madre era omnipresente y cobijada bajo su manto la mujer mantenía la autoridad moral, el control de la propiedad y el liderazgo político. Hoy en día hablamos, con relación a este símbolo, comúnmente como la Madre Naturaleza.
La Diosa Madre, principio de lo femenino, está asociada con los mitos creacionales de la humanidad; con el nacimiento, con el poder de dar vida, con la creación del Cosmos.
Como arquetipos de la psique, tanto lo femenino como lo masculino son modelos inconscientes universales no limitados al género de la persona.

Con estas líneas concluimos la introducción, En el siguiente post escribiremos acerca del simbolismo de la Diosa y su influencia en las diferentes civilizaciones. Definiremos conceptos inevitables como arquetipo femenino, inconsciente, la Diosa. 

Las dudas, preguntas u observaciones que desees plantearnos puedes hacerlo en la sección de comentarios. Te lo agradecemos de antemano. 



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