Lo Sagrado Femenino
El Arquetipo de la Diosa
Primera parte: Introducción.
La Mujer.
Antes
de hablar acerca del tema principal de nuestro post hemos de definir primero el
concepto Mujer.
Del
latín mulĭer, es una persona adulta del sexo femenino como contraparte al hombre
que corresponde al adulto del sexo masculino. Es tan evidente… pero necesario
conceptuarlos.
Para
escribir acerca de diosas, inconsciente y arquetipos de la feminidad como
hombre primero tengo la tarea ardua, harto difícil, de escribir sobre el perenne
y elusivo enigma que en lo personal me resulta la mujer. Como miembro natural
del sexo masculino no tengo forma de saber qué es ser mujer, qué se siente
serlo, lo cual entorpece mucho definirla. Cuando mucho garabatearé, al igual
que muchos otros hombres antes de mí, algunos análisis sociales y psicológicos
que me permitirán hacer una aproximación al tema.
En
realidad todo comienza con Adán, Eva… y la serpiente. Pero esto haría de este
sencillo artículo un enorme tomo de la enciclopedia británica, así que es
preferible irnos someramente a las culturas prehistóricas y la división del trabajo. La tarea
de la mujer se centraba, aparte de cuidar los críos, cuando mucho en la
recolección mientras los hombres realizaban la más exigente y peligrosa de la cacería.
Avancemos ahora hasta los efectos de la revolución industrial (1760) en los
últimos cien años de civilización.
Por
exigencias de las dos grandes guerras del siglo XX la mujer se incorporó al
mercado laboral en las fábricas dedicadas especialmente al esfuerzo bélico,
esto debido a que sus hijos y esposos estaban en el frente de guerra. De manera
inevitable la mujer logró su primera conquista como ente productivo.
Ahora,
como ser productivo, adquirió derechos a los que no renunció y le permitieron
compartir responsabilidades en el sostenimiento del hogar. Actualmente, en las
sociedades abiertas la mujer tiene la posibilidad de estudiar, de lograr
independencia en lo económico, valorización personal, desarrollo intelectual y
con su propio esfuerzo… mantenerse solita.
Tal
esfuerzo como individuo social es complejo porque adicionalmente es la
encargada directa de traer los bebés al mundo. En este punto nos encontramos
con mujeres que prefieren ser madres, cuidadoras del hogar y otras que deciden
dedicarse a desarrollar un perfil de independencia financiera, social y
postergan o eliminan la maternidad como modo de vida.
En
el mundo actual la situación de la mujer varía de acuerdo al tipo de sociedad en
la cual reside.
A
lo largo de la historia de la civilización, sobre todo en occidente, el rol que
a la mujer le ha sido asignado socialmente es el de esposa, madre y la
cuidadora del hogar.
Para algunos hombres inmersos en el patriarcado la mujer debe ser bella, coqueta y, por supuesto, el sexo débil. Un tanto vanidosa, histérica, demandante, egoísta, gastadora, inútil para todo lo práctico en el hogar, dependiente del marido, tiene que ser protegida, cuidada y guiada apropiadamente para que no caiga en pecado.
En
realidad el concepto de lo que es ser mujer, sus derechos o negación de los
mismos, depende del paradigma social imperante en la sociedad y en la época en
que vive o ha vivido. Ser mujer es necesariamente un hecho cultural.
Sus
derechos, conducta, deseos, aspiraciones, son determinados de manera
diferente en países teocráticos, democráticos, anglosajones, latinos, asiáticos.
Ha sido un permanente lidiar para lograr disfrutar de igualdad social, laboral
y jurídica; aún debe continuar su inquebrantable esfuerzo para conquistar dicha
igualdad; esto puede realizarlo con relativa libertad en las sociedades
abiertas contemporáneas.
Debido
a los valores sociales estereotipados de conducta y a sus características
biológicas, endocrinas, propias, se ha atribuido a la mujer un código de
comportamiento constituido por la delicadeza, la dulzura, la procreación, el
refinamiento, la sumisión, la belleza, la ternura, la dependencia. Este ideal
de feminidad asigna un rol como mujer necesariamente diferente, tradicional, complementario al del hombre.
De
la mujer se espera que sea comprensiva, que cuide a los hijos, que se encargue
del hogar, que sea la esposa amorosa y la madre abnegada, cuidadora de la
descendencia.
Lo
Femenino.
Este
maravilloso concepto pleno de magia, poder, asociado a diosas y demonios,
esconde entre sus letras el secreto del amor, la sexualidad, la maternidad. Es
un concepto con significado profundo, difícil de definir para el hombre pero
naturalmente presente en la mujer.
El
sustantivo Femenino proviene del latín femina y se refiere (como adjetivo) a todo
lo referente a la mujer. Como arquetipo jungiano, lo Femenino, también está presente en el hombre y en este ha sido denominado Ánima por la psicología analítica. Jung denominó el aspecto inconsciente Masculino en la mujer Animus.
Como
idea ha estado siempre presente en los mitos de todos los pueblos pulsando por
ser reconocida, adorada, amada y odiada.
Lo
sagrado y lo profano se entretejen en la misteriosa y paradójica relación
sacerdotisa-prostituta sagrada. Este tema, por lo extenso de su desarrollo, lo
desarrollaremos en el segundo post de la serie acerca de lo femenino.
La Diosa como arquetipo de la deidad femenina.
Muchas
culturas anteriores a la griega se basaban en el matriarcado. La fertilidad de
la mujer era, de alguna manera, un hecho mágico, divino. Las diversas diosas
ocupaban la mayoría de los espacios simbólicos importantes de la vida social.
La fertilidad de la Madre Tierra, los ciclos de la Luna permitían calcular el
mejor momento para la siembra. Era un asunto muy importante, prioritario, el de
la fertilidad de la tierra que se cultivaba, la fecundidad de los animales que
se cazaban. La Gran Madre era omnipresente y cobijada bajo su manto la mujer
mantenía la autoridad moral, el control de la propiedad y el liderazgo
político. Hoy en día hablamos, con relación a este símbolo, comúnmente como la
Madre Naturaleza.
La
Diosa Madre, principio de lo femenino, está asociada con los mitos creacionales
de la humanidad; con el nacimiento, con el poder de dar vida, con la creación
del Cosmos.
Como
arquetipos de la psique, tanto lo femenino como lo masculino son modelos
inconscientes universales no limitados al género de la persona.
Con estas líneas concluimos la introducción, En el siguiente post escribiremos acerca del simbolismo de la Diosa y su influencia en las diferentes civilizaciones. Definiremos conceptos inevitables como arquetipo femenino, inconsciente, la Diosa.
Las dudas, preguntas u observaciones que desees plantearnos puedes hacerlo en la sección de comentarios. Te lo agradecemos de antemano.
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