El Simbolismo de la Serpiente
La Serpiente en El Huerto de Edén
Kabbalah y el Árbol de La Vida.
Foto: Igor Ovsyannko - Unplash
El Simbolismo de la Serpiente
Este fascinante símbolo
está presente en las leyendas y mitos de todas las civilizaciones desde muy remota
antigüedad; está profundamente relacionado con conceptos tales como la
adquisición de la sabiduría, la creación
del mundo, la salud, el desarrollo y poder espiritual, la inmortalidad. Alude
al mundo inferior o inframundo, lo subterráneo, el inconsciente; a la vitalidad
y la muerte, sugiere el cíclico transcurrir del tiempo y nuestras reflexiones
acerca de la eternidad. El renacimiento y los procesos de renovación y
regeneración en el ser humano están significados en su dinamismo y en la posibilidad
de sublimar la energía psíquica humana.
En algunas
culturas este símbolo está coligado al Axis Mundi (el árbol o una vara). Es el Eje
alrededor del cual ascienden dos serpientes que simbolizan fuerzas universales
que se complementan entre sí (lo femenino-lo masculino) u opuestas (el bien-el mal).
La dualidad Caos-Cosmos, información-entropía. La creación, transformación y
destrucción del mundo en la mitología universal está impregnada de la imagen de
la serpiente. Esta manifiesta su “Poder Otro” en ancestrales civilizaciones
como Egipto, Sumer, China, India, así como en las culturas precolombinas: Maya,
Olmeca, Azteca e Inca.
En el mito
sumerio, Enki es denominado Ushumgal, (Gran serpiente-dragón). Enki, una deidad
del agua, encarna la sabiduría, señor de las artes. Ningizzida hijo de Enki, es
distinguido como “El Señor del Árbol de la Vida” es representado invariablemente
como hombre/serpiente.
En la mitología
egipcia la diosa cobra Uadyet (representada como el ureus), y la diosa buitre
Nejbet, representaban el Alto y Bajo Egipto. La cobra era el símbolo de la
resurrección.
La Kundalini
La serpiente es asociada
con la energía Kundalini, concepto relacionado en el hinduismo con el “despertar”
de la consciencia. El símbolo de la serpiente representa dicha energía. Son, alegóricamente,
dos serpientes entrelazadas que ascienden a través del Shusumma (canal de la columna vertebral) desde el
Muladharachacra (chacra raíz) hasta la Corona (Sahasrara). Kundalini es la representación
simbólica de la energía situada en la base de la columna vertebral, que con el
trabajo disciplinado de concentración (Dhyana), de respiración (Pranayama),
posturas (Asanas) y otras prácticas espirituales asciende desde el muladharachacra
para realizar la “liberación” humana de Maya (la realidad ilusoria). El poder
de la fuerza fálica masculina está significado por la Kundalini. (Kundal: rizo
en referencia a la forma del vello púbico). Esta serpiente kundalini de la
tradición hinduista es la energía esencial o Śakti. Es, en este caso, la
energía del Deva Shiva representada como su esposa. La Kundalini es el aspecto
de la divinidad asociado con los “niveles” superiores, espirituales, de la
consciencia. Permite la liberación de la mente de lo ilusorio de la realidad,
de Maya.
La Vara de
Asclepio es el símbolo de la medicina; es una serpiente entrelazada alrededor
de una vara. Otro símbolo es el Caduceo de Mercurio (Hermes).
La vara (de
nuevo nos topamos con el Axis Mundi), el bastón de mando de los generales, el
cayado de Moisés, son símbolos fálicos de poder, de autoridad. Representan la
columna vertebral y por extensión la consciencia. El poder de la consciencia
manifestándose como voluntad, decisión, creación y transformación de la
realidad. También hace referencia al poder espiritual (recordemos la
kundalini).
Otro símbolo
universal es El Uroboros, una serpiente (o un dragón) que muerde y engulle su
propia cola, devorándose a sí misma, formado un círculo que representa, en la
naturaleza, los procesos de renovación perenne de la vida, los ciclos continuos
en que se manifiesta la misma. Es el mito del Eterno Retorno. El Uroboros
significa la Unidad esencial de la creación (Uno es el Todo, el Todo es Uno.)
La multiplicidad
y complejidad aparente de la realidad es el resultado de la categorización del
mundo que necesita hacer el cerebro para explicárselo y existir. El mudo
objetivo es la manifestación inevitable del pensamiento humano, es
necesariamente ilusorio.
La serpiente es un
símbolo de gran influencia en la vida de las culturas ancestrales y que tímidamente
permanece presente en la sociedad actual gracias al pensamiento religioso y las
prácticas mágicas heredadas de las antiguas civilizaciones. Para estas lo
sagrado y lo simbólico eran el fundamento de lo real, eran la manifestación del
designio de sus dioses en la sociedad y en la naturaleza. Este poder ha perdido
estas cualidades (más no su poder) en el mundo de hoy. La mayoría de las
personas viven “afuera”, alejados del centro del mundo, huyendo
infructuosamente del Sí Mismo, más preocupadas por “lo importante”, por generar
la riqueza que permite adquirir los bienes que, inconscientemente, creen que
les permitirá el poder que creen y sienten perdido. La vigorosa energía
psíquica es reemplazada por la energía del automóvil o la del celular y con
ello la primitiva fuerza de la inmortalidad, de la espiritualidad, es sepultada
por el alud de las cosas que la persona adquiere para tener estatus social…
estatus que es la alegoría perfecta de la serpiente que engaña desde el Árbol
del Edén. Este mitema está relacionado con el cerebro reptiliano, lo
instintivo, la sexualidad; con la energía e impulsos del inconsciente.
Igualmente se asocia a las fuerzas ctónicas y celestes.
Significado de
la Serpiente en el Árbol de La Vida.
En la tradición
hebrea la serpiente del Árbol de La Vida y del Árbol de Conocimiento representa
la Luz de D_os en la Creación. Luz emanada desde la eternidad, el Ein Sof (אין סוף).
Esta Luz es la
Voluntad Creadora que tiene su origen, de acuerdo a la Kabbalah, en el Ein Sof
Or (La Luz Ilimitada) y denominamos D_os. Desciende desde Kether, La Corona, creando
en su descenso Jojmah, Binah, Jesed, Gevurah, Tiferet, Netzah, Hod, Yesod hasta
la décima sefirot Maljuth, el universo físico, el mundo de la acción.
Simbólicamente las
últimas siete esferas o vasijas, desde Gevurah hasta Maljuth, son los siete
días de la creación. Elohim descansa al séptimo día porque es en Maljuth (el
mundo físico) donde Él concluye su Obra. El Jardín o Huerto del cuál son expulsados
Adam y Eva son las seis esferas anteriores a Maljuth.
Adam (אָדָם) tiene
en hebreo varios significados: hombre, sangre (dam דם), (rojo אדום), tierra (adamá אדמה) y por
extensión hombre hecho de tierra roja. Eva (del hebreo חַוָּה, ḥavvâ) significa
Vida. Adam y Eva son, no tomando literalmente el texto de Bereshit (Génesis),
la manifestación de la Luz Divina en el mundo físico.
La expulsión del
Pardes (El Huerto del Edén) es la necesaria consumación de la Creación. La
serpiente representa la Consciencia Divina “enroscada en el árbol”, es el rayo de
la Luz descendiendo progresivamente desde la eternidad para cosificarse en la
forma.
El Pardes es una
alegoría del mundo espiritual, no es un jardín material. Adam-Eva significa la consciencia
que ha de manifestarse como vida (Eva) en el universo físico (Adam).
El alegórico
acto de comer el fruto del Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal origina el
Cuarto Mundo de la Creación: Asiyah, el universo. Es el primer acto de libre
albedrío y con el cual la Voluntad de D_os es velada bajo el manto mortal de la
voluntad humana. La serpiente significa este acto de voluntad. Se expulsa del
Pardes la fuerza, aún potencial, de la vida para producir la creación de
Maljuth, la décima sefirah.
La mujer parirá
con dolor, con sudor se producirá el alimento de la tierra y finalmente
morirán. Este “castigo” muestra que el andrógino primordial (Adam-Eva) ya no
permanece en el espiritual Jardín del Edén. Ahora son seres vivos en el mundo
de la acción.
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