Neuroplasticidad y Bienestar
(Plasticidad
Cerebral o Sinaptica)
Foto; Hans Vivek -Unsplash |
Si una persona necesita darle
a su vida un sentido trascendente porque se percibe dando vueltas al borde de
un abismo de insatisfacciones… debe, entonces, trascender. No es un juego de
palabras, de alguna manera en algún momento de su existencia la persona ha de
detenerse y decidir conscientemente cuál es el sendero a recorrer que lo
conduzca a un estado de éxito personal. Algunas veces, como en la selva
profunda, ha de crear tal sendero hasta entonces inexistente. El sentido de la
vida, del cual han escrito tantos filósofos, ha de ser un imperativo en el
individuo común, en ti… en mí.
Cuando se piensa que la
manera en que se ha vivido lo ha mantenido a uno en un estado de inercia,
apenas esperanzado, con la sombría ansiedad cegando con sus penumbras el entendimiento…
debemos trascender para vivir en el lado luminoso del ser.
Se requiere anhelar el cambio
para, proactivamente, lograrlo.
¿La dificultad?
Radica en la vida cotidiana siempre escasa de tiempo. Las urgencias
de la vida diaria aferran con sus garras el cuello de su víctima. En muchos
casos las creencias personales tienden a enraizarnos en tierras estériles que
impiden sembrar el árbol de la realización personal.
¿Cómo puedo entonces
trascender y crear un sentido superior para mi vida?
Con el cambio. A pesar de que
tenga temor al mismo, a pesar que me ahogue la ansiedad ante lo desconocido. El
cambio implica ductilidad, movimiento expansivo, aprender a ser moldeable como
arcilla, flexible como la palmera.
De esto trata este post.
Definición.
¿Qué es Neuroplasticidad?
Es la capacidad del sistema
nervioso de modificar sus funciones y estructura para generar compensaciones
(por pérdidas de algún sentido o daño) o adaptaciones para la supervivencia.
1.- Es la potencialidad optimizadora
del cerebro de reorganizarse, de asimilar y modificar los mecanismos
fisiológicos, bioquímicos y biológicos para minimizar los efectos de una lesión
mediante modificaciones funcionales y estructurales. El sistema nervioso tiene
la capacidad dinámica de remodelar permanentemente los mapas neurosinapticos para
crear nuevas conexiones nerviosas como resultado de los datos recibidos desde
los órganos de los sentidos (exogénesis). También como resultado de las percepciones,
actitudes, pensamientos y emociones del individuo (endogénesis).
2.- La neuroplasticidad
positiva crea o revalida las redes funcionales en el cerebro, la negativa
elimina aquellas redes que están en desuso.
Se han determinado cuatro clases de neuroplasticidad:
Evolutiva: las pautas de
conexión son modificadas por la influencia ambiental.
Adaptativa: modificación
constante de una ruta de conexiones producida por el aprendizaje y la memoria.
Reconstructiva: para recuperar
las funciones dañadas.
Reactiva: para solucionar y
adaptarse a los cambios ambientales de corta duración.
Plasticidad sináptica
Aprender implica memorizar.
La memoria puede ser sensorial, de corto plazo y de largo plazo. En Ramón y
Cajal y Ernesto Lugaro este concepto está relacionado esencialmente con la
memoria y el aprendizaje. Los estímulos externos producen cambios plásticos
funcionales en la función sináptica que determinan el aprendizaje. Ramón y
Cajal y Lugano expusieron que el proceso de aprendizaje comprende modificaciones
plásticas funcionales en las propiedades de las neuronas y en sus conexiones. Lugano
acuñó el término “plasticidad cortical” a principios del siglo XX.
Por lo cual la Plasticidad
Cerebral es la capacidad del cerebro para modificarse, recrearse y afectar
positiva o negativamente la mente y el cuerpo.
Esto creo…
Todo es actitud y percepción.
La calidad de vida del individuo es el resultado de cómo percibe, interpreta,
lo que considera que es la realidad. En el post anterior (Consciencia y Cerebro)
afirmamos que el cerebro es un epifenómeno de la consciencia. El cerebro es
necesariamente categorizador y su actividad, unida a la del cuerpo, genera la
mente codificadora.
Debido a lo extenso del tema
dejaremos de lado los importantes aspectos biológicos, neurales y los diversos
componentes del cerebro tales como la amígdala, el hipocampo y otros que son parte
de la base orgánica de lo que denominamos mente. Estos los estudiaremos en un
próximo post.
¿Qué es pensar?
Es plasmar una idea acerca de
la realidad que se representa en la mente, esta actividad intelectual se
realiza en el lóbulo frontal. Pensar es considerar un asunto determinado que
puede o no movernos a tomar decisiones. Pensar es meditar o reflexionar sobre
algo que nos ocupa.
La mente se manifiesta por
medio del pensamiento/emoción. Esta afirmación implica que el pensamiento no es
un asunto exclusivo del intelecto, los pensamientos no son “pensamiento
puro”, no tiene su origen en el mundo
platónico de las ideas. Pensar implica emoción. La fijación de la memoria
necesita fundamentalmente del elemento emoción. Pensar y sentir son un todo, un
estado integrado de la actividad cerebral. No significamos con esto que cada
pensamiento está acompañado de una emoción sino que pensamiento y emoción son
un estado de unidad mental.
Pensamiento/emoción es, desde
nuestra visión, un proceso cognitivo integrado y es la base actitudinal de los
procesos de neuroplasticidad que modifican y cambian el cerebro. Todo
Pensamiento/emoción está basado en el aprendizaje, principalmente en el que
adquirimos en los primeros siete años de vida. Cada nueva experiencia y
sensación se convierte en percepción; cada nueva percepción reafirma, modifica
o elimina las percepciones ya establecidas como redes neuronales o crea
percepciones nuevas. Estas son el modo en que comprendemos la realidad, el
paradigma que somos.
Todo el contenido intelectual,
afectivo y emocional que hay en el cerebro ha sido recibido por este a través
de los sentidos. Por ejemplo, piensa en algo que no existe, en una cosa que no
conoces; piensa en algo que no esté, que no existe, en el mundo natural o
social en el cual te desenvuelves.
De alguna manera no tenemos
pensamientos, somos pensamientos; el soporte biológico de estos pensamientos/emociones
son las redes neuronales, la compleja relación que existe entre miles de millones
de neuronas que permiten guardar un recuerdo, una idea, un movimiento muscular.
Al afirmar que la consciencia
precede al cerebro negamos necesariamente la oración de Descartes: “Pienso
luego existo”, en realidad existo, soy percepciones… luego pienso/siento.
El cerebro categorizador y la
mente codificadora son los instrumentos de la Consciencia. La mente, ese
maravilloso misterio a resolver, puede utilizar al cerebro como eficaz
herramienta para crear una existencia satisfactoria, expansiva, saludable,
productiva; plena de amor, altruismo y compasión.
¿Puede lograrse?
Sí, un definitivo sí.
¿Cómo?
Comprendiendo la naturaleza
de la realidad, lo cual es esencialmente un asunto arduo de considerar.
Del latín realitas, derivado a su vez de res, “cosa. Define la existencia de
alguien o algo. Es el conjunto de las cosas reales percibidas por los sentidos
o por la razón. Este concepto se considera en oposición a lo ilusorio, la
fantasía o la imaginación. Así que se
afirma de aquello que ocurre de modo cierto, verdadero. Paradójicamente es una
abstracción para puntualizar la existencia de lo real y que efectivamente consideramos
que existe y tiene un sentido práctico.
Más cerca del tema que nos
ocupa tenemos el concepto de realidad social. Esta es el conjunto de las
interacciones, comunicaciones, subjetividades, relacionadas con el medio
ambiente social. Se soporta en la comunidad de referencias, creencias,
símbolos, estados y diversidad de puntos de vista.
Hay muchas definiciones muy
interesantes acerca de lo que es la realidad tanto en la filosofía, en la
psicología, las distintas religiones, pero… ya sabes que estamos realmente
limitados en nuestro blog por el tiempo y el espacio, además ninguno de estos
conceptos nos serán de utilidad para lograr la realización personal.
La realidad es lo que cada
individuo cree que la realidad es. Una afirmación simple y compleja a la vez.
La realidad no es universal, no es aplicable por igual a todos los cerebros y
las percepciones que estos elaboran. Cada cerebro categoriza y determina lo que
“la realidad es”. Existen tantas realidades diferentes como cerebros en la
Creación.
Esto es uno de los
fundamentos para aplicar consciente y voluntariamente la neuroplasticidad en
nuestra vida cotidiana.
Cada actividad cerebral que
realizamos por medio del pensamiento/emoción modifica las redes neuronales. Las
conexiones sinápticas implicadas originan que, entre otras áreas del cerebro,
desde el hipotálamo y desde el sistema endocrino se segreguen neuropéptidos y
hormonas que a través del sistema circulatorio llegan a diferentes órganos y
tejidos del cuerpo. El cerebro y el sistema endocrino contienen una inmensa
farmacia de neurotransmisores, hormonas que hemos de utilizar a nuestro favor. Los
estados emocionales como la alegría y la depresión producen efectos
maravillosos o devastadores en la salud mental y física.
A pesar de no ser la panacea
y tener sus necesarias limitaciones, la respuesta radica en que el cerebro es
de una plasticidad extraordinaria. Siendo la mente un epifenómeno del cerebro…
a nivel funcional yo soy mi cerebro. Lo que pienso, siento, lo que me emociona,
el paradigma que soy, mis recuerdos, el sentido y certeza de mi identidad, todo
tiene su origen en esa maravillosa masa de unos 1.400 gramos que permite la
expresión de la consciencia, la manifestación del ser que soy.
Hasta hace pocas décadas se
creía que el cerebro era una caja negra, inmodificable, determinada fatalmente
por rígidas leyes genéticas… como para vivir en un perenne estado de
encefalograma plano. Los espectaculares descubrimientos de las neurociencias
han destruido tan catastrófico paradigma.
Podemos (y debemos) vivir con
la satisfacción y la dignidad de ser humanos.
Todo es actitud, percepción… aprendemos
a creer, pensar y sentir con nuestros cuidadores. Pero… ya adultos hemos de
resolver el misterio de lo que la vida es y hemos de lograrlo con disciplina y
voluntad. Recuerda: cada pensamiento/emoción que expresas modifica tu cerebro y
debes entonces desarrollar las habilidades y el hábito de que esta modificación
te colme de bienestar mental y físico.
Vivir con la atención
correcta a lo que sentimos y pensamos, a las creencias que somos, disfrutar el
ahora y aquí mientras planificamos el futuro… esa ha sido mi propia respuesta.
¿Cuál es la tuya?
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