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25 septiembre 2017

El Yo - Mecanismos de defensa del Yo

Mecanismos de defensa del Yo

La Personalidad desde blogueandomisideas


“Al principio todo fue curiosidad…”
Isaac Asimov

Foto: Ian Dooley - Unplash
                  Mecanismos de defensa del yo




 Nosotros siempre curioseando, investigando, comprendiendo. Realizando cada día un esfuerzo intenso, profundo y amoroso por comprender la metafísica esencia de nuestra existencia. Conocernos más, conocernos mejor, para alcanzar el objetivo de vivir felices, funcionales, creativos, productivos, en todos los aspectos del ser.

La Personalidad.

Los mecanismos de defensa son procesos psicológicos automáticos que resguardan a la persona ante la ansiedad y las amenazas de origen interno o externo. Tercian las reacciones del individuo frente a sus conflictos emocionales y a las amenazas reales o imaginarias.
Antes de entrar en el tema principal hemos primero de conceptuar qué significan las palabras
temperamento, carácter y, por supuesto, personalidad.
Temperamento: Es el conjunto de disposiciones afectivas dominantes que presiden las relaciones del individuo con el mundo exterior. Se fundamenta en la herencia biológica.
Carácter: Son los hábitos adquiridos a lo largo de la vida. El carácter, en contraste con el temperamento no es innato.
Personalidad: Es la unión del temperamento y del carácter. Actualmente tiende a utilizarse sólo este concepto porque es muy difícil distinguir cuáles características son resultado de la herencia biológica y cuáles son adquiridos en la realidad social. Es la organización eficiente del individuo en un sistema psico-corporal que determina el tipo de conducta y el modo en que pensamos.
Freud, en su segunda teoría acerca de la estructura del aparato psíquico, distingue tres instancias fundamentales:

El Ello, el Yo, el Súper Yo
El Yo: Es la instancia psíquica ejecutante e intermediaria entre el ello y el Súper Yo. Busca concertar las exigencias normativas del Súper Yo. Es la entidad psíquica que se encarga de la defensa y la mayor  parte de su contenido es inconsciente.​
El Ello: el contenido del Ello es inconsciente.  Básicamente es la manifestación psíquica de las pulsiones y deseos. Está en conflicto con el Yo y el Súper Yo.
El Súper Yo: Es la instancia moral y enjuicia las actividades del Yo.

Otros conceptos que hemos de definir son las pulsiones y los principios.
Las pulsiones son las motivaciones inconscientes de nuestra conducta. Son el impulso eficiente de la personalidad. Freud afirmó que no había una única pulsión que motiva al ser humano; sino dos iguales en importancia: Eros y Thanatos.
Eros es la energía creativa, amorosa que nos impulsa a mantenernos con vida. Thanatos es la fuerza destructora y autodestructiva.
Los principios son pulsiones esenciales que rigen cada una de las instancias de la personalidad.
Son tres principios:
El Principio de Placer, que se relaciona con el Ello. El Principio de Placer. Busca disminuir  la tensión, la energía pulsional acumulada. Freud reduce la motivación propulsora de la conducta humana a la libido o energía sexual.
El Principio de Realidad, que corresponde al Yo. El Principio de Realidad. Está vinculado a la instancia del Yo, aunque se genera en el Súper Yo como fundamento del orden social. 
Surge aproximadamente a los 6 años con la superación del Complejo de Edipo. No rescinde el principio de placer, sino que nos adiestra en el saber aplazar o desplazar la exploración del placer. El Yo consciente se gobierna por estas normas.
La Compulsión de Repetición está relacionada con el Súper Yo.

Mecanismos de Defensa. 
El concepto de mecanismos de defensa lo desarrolló Freud, en el psicoanálisis, en 1894. Introdujo el concepto de defensa planteando que el Yo se defiende de las representaciones que le generan ansiedad. Tales representaciones provienen desde el Ello, el Súper Yo o la realidad exterior.
Negación.- Es el rechazo de una idea desagradable, perturbadora, que es negada como parte de la propia realidad.
Proyección.- Es proyectar hacia los demás aquellos deseos, sentimientos o impulsos inadmisibles para sí mismo, para evitar de esta manera la frustración personal.
Represión: Se busca olvidar, rechazar, conservar, fuera de la consciencia aquellas representaciones  dolorosas o inaceptables que generan ansiedad o angustia. El efecto en la consciencia afecta, a nivel inconsciente, los actos de la persona. Aquello que busca reprimir  se manifiesta, generalmente en forma distorsionada, en sus sueños, en actos fallidos, lapsos mentales o en sus fantasías.
Desplazamiento (Sublimación).- Consiste en realizar un acto de sustitución de aquellos sentimientos o emociones perturbadoras por considerarlos prohibidos, tabú, para evitar la angustia.
Una forma de Desplazamiento es la Sublimación: en esta un individuo que reprime su sexualidad desplaza tal energía hacia el mundo social participando, por ejemplo, en actividades humanitarias.
Fijación.- La persona tiende a establecerse en una época anterior de su desarrollo social, mostrándose inmadura, con conductas inadecuadas para su edad cronológica.
Racionalización.- Ante determinadas situaciones (por ejemplo: racismo, deseos homosexuales, actitudes discriminatorias)  la persona intenta, generalmente infructuosamente, convencer a otros y a sí mismo por medio del planteamiento de razones que buscan negar o justificar aquellos sentimientos o situaciones sociales que considera inaceptables en su propia conducta.
Formación reactiva.- La represión de un deseo puede llevar a la persona a manifestar comportamientos contrarios a la naturaleza del mismo. El resultado es una reacción negativa que le permite evitar el sentimiento de angustia relacionada con lo que siente. Un individuo que reprime sus inclinaciones homosexuales tiende a manifestar conductas agresivas al encontrarse con uno de ellos.
Regresión.- La persona retorna a etapas anteriores de su desarrollo psíquico para poder reproducir aquellas conductas que le generaron satisfacción, seguridad. En algunos casos se retoman actitudes infantiles buscando, inconscientemente, la protección del padre, de la abuela, para evadir la responsabilidad de tomar decisiones.
Compensación.- El individuo se centra en ejecutar mentalmente, en una ilusión de la imaginación, todas aquellas cosas que considera que no puede realizar en su ambiente social. Es una ensoñación paralizante que lo protege de la angustia, de la ansiedad, de no saber o no poder hacer lo que le corresponde.


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