¿Qué es un Paradigma? Modelos Mentales y creencias

¿Qué es un Modelo Mental?

Introducción a los Paradigmas

                                                                                                                                                     Foto: Felipe P. Lima Rizo - Unplash

"Todo lo que somos es el resultado de lo que pensamos.

La mente lo es todo; nos convertimos en lo que pensamos"

¿Qué es una Creencia?

Un modelo mental es la manera que tiene la persona de entender el mundo, es su realidad. Esta realidad es para la persona la más lógica, viable y, generalmente, es la única que entiende. La persona no se inquiere acerca de la misma ¿cómo cuestionar sus propias creencias? Es el cómo se entiende a sí mismo y su entorno. Su modelo está por sentado, es un complejo sistema de creencias que no admite refutación; de alguna manera es lo mejor que activa o pasivamente ha desarrollado su cerebro para relacionarse con su entorno social y físico.

El modelo mental es, básicamente, inconsciente. Se va estableciendo de una “manera natural” desde la niñez.  Dios, Patria, la familia, el éxito, el dinero, el trabajo, el amor, la muerte y así todo aquello que forma un sistema personal de creencias aprendido de la familia, de la sociedad, traídos algunos desde el inconsciente colectivo de la humanidad. Viéndolo a una escala social mayor el modelo mental de una persona está fuertemente asociado al de la cultura en la cual creció y habita.

Este modelo de la realidad gobierna la vida de la persona, su valoración propia y la de los demás. Lamentablemente algunos modelos mentales llevan a “sus creyentes” a una vida insatisfactoria, llena de sufrimiento, enfermedad, fracaso, con un mínimo de creatividad y las alejan de la felicidad, el amor, el éxito… en otras palabras las mantienen castradas inhibiéndolas de poder sentirse realizadas.

Los modelos mentales son creados por la sociedad en la cual se existe. La religión,  la ciencia, la familia, la educación, crean paradigmas que afectan al individuo inmerso en la sociedad como totalidad. El mecanicismo newtoniano, el dualismo mente-cerebro cartesiano y la mecánica cuántica son otros modelos de relacionarse con “la realidad”.

Todos estos paradigmas religiosos y científicos, determinan lo que es posible o no. Nos enseñan a creer qué es real o imaginario. Algunos separan la mente y el cuerpo, otros le dan valor exclusivamente al alma, otros integran estos elementos. El ser humano contemporáneo tiene la posibilidad de elegir libremente cambiar sus creencias, pero no es fácil llegar a la conclusión “no me sirve lo que creo, necesito cambiarlo”.

¿Que es una creencia?

Es una valoración subjetiva que el individuo realiza acerca de sí, de los otros y de la realidad en la cual está inmerso. En nuestro trabajo utilizaremos este concepto como sinónimo de paradigma.

Dependiendo de si admiten o no discusión encontramos dos clases de creencias. Las expansivas, que incluyen las creencias científicas, históricas y las limitantes, que admiten o no discusión o tan sólo aceptan las mismas con grupos sociales: autoridades religiosas, líderes políticos, psicólogos,  y por afinidad de los integrantes de un conjunto de personas. Los ejemplos dados en este párrafo no son excluyentes ni absolutos.

Las creencias están estrechamente relacionadas con los modelos mentales. Son ideas que se consideran verdaderas por quien las atestigua. Las creencias son modelos de la realidad establecidas por la fe del individuo; las mismas no necesitan justificación o tener una base racional, aún así pueden ser verdaderas para la persona.

Las creencias son sostenidas por grupos de individuos que idealizan una proposición y surgen como verdades viables; son un saber que se ajusta a sí mismo desarrollando un complejo cultural y social que potencia la identidad de tales individuos. Un tipo de creencia muy importante son los prejuicios. Ejemplo de esto es una determinada creencia religiosa, que debido al carácter de revelación divina, no depende de la razón para sustentarse; sin embargo le sirve al individuo para darle un sentido superior a su existencia. Otros ejemplos de creencias son: una particular interpretación de la mecánica cuántica, la superioridad o inferioridad de “la raza propia”, de la religión, de la clase social, quedando las mismas establecidas como un dogma, una ley moral, una conducta ética, un comportamiento aceptable que permite formar parte de un grupo y justificar la existencia como persona. Las ideologías de identidad de un grupo social, de una nación, permiten defender sus intereses, presentándose como verdades, aunque generalmente son meros prejuicios. Por último encontramos las opiniones, sometidas a ciertos criterios racionales que justifican sus contenidos como verdad.

Los orígenes de las creencias radican en dos fuentes:

Las externas, cuando son las interpretaciones de las personas, del grupo, que permiten comprender determinados sucesos.

Las internas, que surgen de las convicciones personales elaboradas por el pensamiento propio.

¿Cómo hacer para reemplazarlas? ¿Cómo ayudo a otras personas para que desarrollen su propio sistema de creencias funcionales?

Éstos son, a mi parecer, dos puntos álgidos. Siendo las creencias un conjunto de paradigmas que forman al sujeto, éste considera las mismas un sistema completo en sí mismo.

Lucubrando al respecto concluyo que lo primero es que el individuo mismo se haga consciente, tenga la certeza de que sus creencias no son eficientes, que le generan angustia, sufrimiento y lo mantienen privado de la realización personal; por otra parte debe sentir la interior necesidad de cambiarlas.

La psicología tiene una eficiente herramienta para este logro en el proceso terapéutico, más algunas personas consideran que el psicólogo es para locos y se consideran a sí mismas, a pesar de la evidencia en contra, como “personas sanas a lo sumo con algunos problemas”.

Debido a lo extenso del tema en posteriores entradas continuaré desarrollando este interesante tema. Gracias por tu atención y tus comentarios.

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