Introducción al Tarot

Tarot

¿Qué es el Tarot?

 Pensamiento mágico y arquetipos

Si quieres ser sanador, sánate a ti mismo.

Introducción al tema del Tarot

La existencia humana es esencialmente incertidumbre e impermanencia. El conocido “nada dura para siempre”, no siendo un hecho absoluto está presente en la vida de muchas personas generando ansiedad, perplejidad y miedo. El individuo necesita sentirse, saberse, seguro en las áreas capitales de su vida: el amor, la salud y lo económico. El soporte para los momentos difíciles generalmente lo encuentra en la familia, los amigos, en sus creencias religiosas, en la terapia psicológica.

Desde el principio de la civilización el ser humano ha tenido la necesidad de explicarse el mundo. El hombre primitivo no disponía del moderno conocimiento científico por lo cual la realidad cotidiana estaba plena de contenidos mágico-religiosos: duendes, dioses, espíritus, manitús, hadas, que le permitían explicarse dicha realidad.

Más el conocimiento científico, a pesar de haber desplazado en gran medida las creencias mágicas no ha logrado desterrarlas del pensamiento humano. Ciertamente sabemos que los rayos no son lanzados por un dios furibundo, pero la sociedad del siglo XXI, la sociedad de la mecánica cuántica, de los viajes espaciales, de la computación y la electrónica continúa creyendo en Dios, en la astrología, la vida después de la muerte… y en el tarot.

El pensamiento mágico.

La magia y la religión fueron parte de un modelo único en el mundo primitivo. La psicología y la ciencia cognitiva consideran que el pensamiento mágico es un raciocinio causal, no científico.

El pensamiento mágico es un modo de pensar basado en supuestos no formales, sobrenatural, equívoco y sin justificación que se fundamenta en veredictos e ideas desprovistos de cimientos empíricos sólidos. Este tipo de razonamiento es un prejuicio o distorsión cognitivo. Es la experiencia psicológica que pretende explicar el funcionamiento de la realidad del individuo al relacionar un evento y su causa cuando estos no se relacionan entre sí. De esta manera se generan las supersticiones y el tabú. Encontramos un ejemplo en el maratonista que considera que los zapatos con los cuales ganó su primera competencia debe usarlos siempre porque son “sus zapatos de la suerte”. Evidentemente el modelo científico invalida tales creencias. El peligro para el sujeto es que sienta miedo de realizar determinadas acciones porque podrían generarle aterradoras desgracias.

Los Arquetipos Jungianos.

El tarot es una visión arquetípica, psicológica, que sirve de guía en el proceso de individuación. El Principio de individuación creado por Jung es “aquel proceso que engendra un individuo psicológico, es decir, una unidad aparte, indivisible, un Todo”.  Es el proceso de autorrealización de la persona, el devenir yo en sí mismo, generando la consciencia de individualidad.

Arquetipo: Es el modelo original y primario en un arte u otra cosa.  Platón denominó así a las ideas que componen el modelo del cual el mundo de las cosas son copias. Berkeley dio este nombre a las ideas existentes en el entendimiento divino antes de su creación. 

En la psicología analítica de Jung, son los contenidos del inconsciente colectivo; formas representativas que yacen en el inconsciente del individuo y son patrimonio de la humanidad.  No son imágenes concretas, claramente prescritas, más bien son esquemas fundamentales, disposiciones de comportamiento psíquico que existen como energía psíquica en el individuo, como herencia de la experiencia humana, que se renuevan simbólicamente e influyen en la vida cotidiana de la persona.  Ordenan, regulan el material psíquico. Se manifiestan en los sueños y los hallamos en los símbolos de las religiones, en los dibujos de enfermos mentales.

Jung los denominó órganos del alma y son autorepresentaciones de los instintos.

El Arquetipo Central es el centro de la vida psíquica, Jung lo denominó Sí Mismo.

La Sombra son representaciones de las cualidades del propio sexo que no son conscientes.

El Ánima personifica el arquetipo de lo femenino en el hombre.

El Animus representa el arquetipo de lo masculino en la mujer.

La Sombra encarna lo que el sujeto mantiene en secreto, lo que lo le gusta de sí, lo moralmente censurable y lo que considera muy íntimo.

El Héroe es la representación del poder que lucha contra la Sombra. Limita la expresión de lo que no ha de invadir el mundo social.

El Sabio guía el camino del Héroe revelándole el camino a recorrer.

La Madre encarna en la mujer el eros femenino. Está relacionado con la maternidad.

El Padre significa para Jung la imagen de autoridad y guía.

El Trickster, o el tramposo, quebranta las normas sociales hasta demostrar o no su validez.

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